jueves, 6 de enero de 2011

¡Cada Mañana!




Mami tuvo una amiga. Juntas compartieron gratos momentos de su vida.Desde niñas/adolescentes, hasta después de grandes, ya siendo esposas y madres. ¡Que historias tan lindas contaron aquella noche valenciana, comiendo helados!
Un día, ella le llamó para despedirse. Su cáncer avanzado había hecho metástasis en su cerebro. Unos tumores que crecerían poco a poco, le hacían consciente de que hoy podía estar viva... ¡mañana no!


-Cada mañana que despierto, quedo con mis ojos cerrados, temiendo que al abrirlos, ya no vea nada, o que cuando trate de levantarme, ya no pueda moverme, o cuando quiera hablar, un tumor haya afectado esa zona y mi cerebro ya no responda. Me contento con estar viva, pero sé cuanto vale cada instante que tengo con el pleno control de mi cuerpo y de mi mente, sé cuanto vale cada instante que paso con los míos.
 -Cada mañana, al saber que aún estoy completa, agradezco ese momento a Dios, y recuerdo aquellas palabras que me dijo tu esposo: El Señor está en su trono, aún tiene todo bajo control.

                                  ********************************************
Un año más...¡¡¡lo sabes!!!  Y yo una vez más, comparto una historia que marcó mi vida. 
Cuántos empezamos el año…y cuántos de nosotros no lo terminaremos. Así es la vida. Por eso vale mucho, justamente esto… ¡ESTO! ¡Este instante en que sentimos el corazón latiendo…! ¡Vivos! De mi parte: “Por la misericordia de Dios”
      La intención de este escrito no es ponerte a pensar en  este año por vivir…sino de llevarte al "cada mañana" del anterior relato. Ahora más que nunca, quizás influenciada por la muerte de una persona cercana a mí, y en circunstancias tan “extrañas”, sé cuando vale cada día que despertamos con todos los sentidos en pleno funcionamiento. Cuando podemos hablar, ver, reir, caminar... ¡Cuando y de la manera cómo queremos!
     ¿Has intentado hablar con alguien que, conectado a un respirador artificial, quiere poder decirte algo? ¡Yo sí! Es difícil…duele en el alma.
      Sé que tanto tú, como yo, nos hemos damos cuenta del valor de la vida y de un "instante". Recuerdo a aquel niño, y la grandiosa cita que aprendí de él: cada instante: una vida.
¡Cuánta verdad en esta frase!
      Y sí, amig@, aunque sabemos el valor de la vida...a veces en tanta “corredera”, olvidamos agradecer a Dios por el sólo hecho de tenernos presente. ¡Con vida! ¡Ah! Porque sé que estoy viva porque Él así lo quiere, y que a pesar de que he llorado tantas veces...y ha habido experiencias que quiero olvidar... ¡Agradezco VIVIR!
¡Agradezco CADA MAÑANA!
Un versículo de la Biblia dice:
Salmo 71:5-6: Oh Jehová "En ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó..." Dime... ¿no mueren algunos antes de nacer? Pero tú y yo existimos…
Debe una haber una razón ¿La conoces?
 "Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud" ¿Notas ese "seguridad mía desde mi juventud"? Dios nos ha protegido de tantas cosas...y de muchas maneras...desde nuestra juventud. ¿Por qué será?

 Pero hay una fragilidad en la vida. La Biblia la compara con un soplo (Job7:7), con la neblina que se aparece un poco de tiempo y luego se desvanece (St. 4:14), con la hierba que se seca (1Ped.1:24), e incluso, habla de que de que nuestra edad es como nada delante de Dios (Sal39:5) y que acabamos nuestros años como un pensamiento (Sal90:9). ¿Sabes cuán fugaz puede ser un pensamiento?
Por eso...Hoy entre tantos motivos que te rodean, vuélvete un momento a Dios...deja un pequeño espacio para darle gracias a Él porque te ha dado un nuevo año…pregúntale por qué te ha dado la oportunidad de seguir despertando cada mañana, (por lo menos, esta) y considera que...

                                      después de todo,
                                               tu vida vale tanto,
                                                         que el HIJO de DIOS murió en una cruz,
                                                                   para darte eternidad. ¡Vida eterna! ¿Sabes qué es?