sábado, 23 de octubre de 2010

¿No sabes?





¡NO SÉ!


¿Alguna vez te has enfrentado a la realidad de que todo lo que tú planeas no sale tal como esperabas?

¡Imaginamos que sí! Porque no eres el único. 
A más o menos el 99,99% de la población humana le sucede lo mismo, le pasa como aquel pequeño niño que quería ser astronauta, y luego descubrió que la luna estaba muy lejos para sus planes. Y es que es así, nos hemos "caído" de nuestros propios sueños. Es una dura realidad. No es un colchón de plumas...

Siempre la pregunta es igual ¿por qué?, o en algunos casos ¿por qué, Dios?

Si algo caracteriza al ser humano es su capacidad de razonar, de ubicar mentalmente los sucesos; es por eso que planeamos las cosas, organizamos, unos más, otros menos, es verdad, planteamos las metas de nuestra vida, porque después de todo, ¡es tan corta! Y es exactamente esa capacidad de razonar, lo que nos hace dar cuenta de lo poco que podemos controlar nuestro entorno, y nos recuerda el sueño fugaz de la infancia, y hace que recurramos a aquella frase tan conocida: ¡No sé! (no sé qué hacer, no sé por qué me pasa esto, no sé... ¡No sé!) Y aunque intentes explicarlo de mil maneras, siempre en la sinceridad tendrás que reconocerlo, tendrás que aceptar que en medio de tantos planes no sabes si funcionará, y lo ùnico que puedes hacer es desear que se cumplan, y sentirte acompañado en el deseo.
Pero...¡¡Sí hay manera de saber!! La Biblia tiene una manera certera de explicarlo para nosotros 
"El que anda con sabios, sabio será" (Prov.13.20).
 Es como aquello que decían los abuelos "Júntate con el que sepa más que tú". Tiene lógica, ¿no?
Pero entonces... ¿Dónde encontramos los "sabios"?, ¿cuántos de éstos necesitamos?
 En cientos de años hemos visto levantarse tantos autoproclamados, asegurando tener las respuestas a nuestras incomprensiones acerca de la vida, pero ¿qué de la muerte?, respuestas de la felicidad, pero ¿qué de la tristeza?, respuestas de la humanidad, pero ¿qué de ti?, ¿qué de mí? 
¿Nos sirve de algo saber la razón del fracaso de toda la especie, si lo que nos preocupa es entender el propósito de tantas dificultades en nuestras vidas?...
En fin, no hemos encontrado una satisfacción global, porque carecemos de posibilidades individuales de completud. A fin de cuentas, uno de los famosos más grandes concluyó: "Yo sólo sé, que NO SÈ nada".

Ahora, déjanos mostrarte algo que llenó de veras nuestras almas, en medio de tantos ¡No sé!"

"Porque YO SÉ los pensamientos (planes, propósitos, agenda, sueños) que tengo acerca de vosotros (TI), dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis" Jeremías 29.11

¿Qué te parece? HAY Alguien que SABE, y no propiamente acerca de las constelaciones, acerca de la vida, acerca de los orígenes, o del sistema solar (y sí que sabe) pero lo más importante es que ¡¡¡Sabe acerca de TI!!!
Es más, dice David (el mismo que escribió el Salmo 23) que no sólo sabe lo que harás y tus planes, sino que incluso tiene ¡¡¡Un libro acerca de TI!!!

"Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas…Que fueron luego formadas…Sin faltar una de ellas." (Salmo 139.16)

Impresionante, ¿no?

¡Cuánto deseamos que este conocimiento alivie tus cargas de incertidumbre! 
Este Dios no sólo es sabio, sino que Su conocimiento acerca de ti es insuperable, esperamos que puedas acercarte y ser "sabio" de la misma manera…y si quieres saber más acerca de tus propios propósitos, las respuestas a tus propias preguntas…
"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida"...
Juan 14.6




si quieres saber más acerca de ti... 

¡Júntate con este Sabio!

domingo, 17 de octubre de 2010

¿Eres feliz?


El Secreto de la Felicidad


-¡Felicidad!

- ¿Hay un secreto para conseguirla?

Nos alegra poder asegurarte que si. Nos alegra poder decirte que en este mundo lleno de incertidumbres, desasosiegos, desesperanzas, dolores, melancolías y tantos sentimientos que entristecen el alma, hay un secreto para la felicidad…para tu felicidad!
Y cree que no está en profundas abstracciones, grandes filosofías ni difíciles conceptos. Está en un poema escrito hace muchos años por un joven llamado David. Helo aquí.

Salmo de David
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite;
Mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.


¡Hermoso! ¿Verdad?

- Pero… ¿Y el secreto?

 John Phillips en su libro Exploring the Psalms,vol. 1, lo comenta así:

1.     El Secreto de una Vida Feliz: “Jehová es mi pastor; nada me faltará” ¡NADA!
Amig@, si el Señor (Jehová)  es TÚ pastor, tendrás felicidad en la vida, porque tomará cuidado de todas tus fragilidades y necesidades.

2.     El Secreto de una Muerte Feliz: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” ¡OH SEÑOR, TÚ ESTARÁS!
Amig@s, si el Señor (Jehová) es TÚ pastor, tendrás felicidad en la muerte, porque tomará cuidado de todos tus temores y miedos.

3.     El Secreto de una Eternidad Feliz: En la casa de Jehová moraré por largos días”  ¡ESTARÉ DONDE ÉL ESTA!
Amig@s, si el Señor (Jehová) es TÚ pastor, tendrás felicidad en la eternidad, porque tomará cuidado de todo tu mañana…y tu futuro será con Él.
No dudamos que David llegó a su vejez, siendo feliz, porque tenía el Secreto de la Felicidad: El Señor Jesucristo. Y lo tenía en su corazón, como algo suyo: 

“Jehová es MI pastor”

Por eso, te invitamos a que coloques tu confianza en Uno que es capaz de permanecer a tu lado, proveyendo en los momentos felices  y cuidándote en los momentos adversos… ¡Sin desampararte JAMÁS! Ni durante la vida. Ni durante la muerte. Ni en la eternidad.

¿Quieres ser feliz?

¡Ya conoces el secreto!

jueves, 7 de octubre de 2010

Llenando...


En una ocasión cerca de la playa, un grupo de niños se dedicó a recoger las botellas y latas vacías que encontraban en la arena. Entre espumeantes olas y sus risitas alegres, las llenaron de agua, una por una. El motivo: introducir allí esos pequeños moluscos que el mar revolvía entre sus ondas. Pero pronto se dieron cuenta de su pequeño desastre ecológico: una de las latas tenía un líquido viscoso y amarillento. ¡Aceite! La lata estaba llena de aceite.

Ni decir la tristeza de ellos al devolver los infortunados animalitos al mar, consciente de que quizás los habían lastimado para siempre. Pero, ¿No habían querido hacer un bien? ¿No tenían ellos buenas intenciones? Nadie quiso lastimar a los moluscos, mas ¿De quién había sido el error? Pues de aquel que no se percató del contenido de aquella lata, ni tomó cuidado y el debido interés cuando la estaba llenando de agua.

Amig@, cuantas veces nos ha pasado lo mismo.
No que hayamos tenido la misma experiencia que esos niños, sino, en un sentido figurado, que no nos percatamos de què están llenas nuestras vidas, o pero aún, no tomamos cuidado de qué la llenamos, de cómo la llenamos ni las consecuencias de aquel llenado…
Sin duda, te habrás dado cuenta, de que necesitas más que cosas materiales (familia, ciencia, arte, diversión. otros) para sentirte pleno. Los tantos agites y preocupaciones hacen que olvides tu espìritu, o esos muchos entretenimientos, hacen que descuides que este, sólo se llena de cosas espirituales.

 


Llenando las tinajas es una propuesta digital surgida bajo este principio: La importancia de lo espiritual, en esencia, de Dios; con un especial interés: y con un exclusivo motivo: Llenar tu corazón.
Toma su nombre de una historia real, narrada en la Biblia, de aquella ocasión en Canà de Galilea, donde el Señor Jesús asistiendo a una boda, hizo su primer milagro: ¡Transformó el agua en vino!

En el Evangelio según Juan, en el capítulo 2 se nos dice que en medio de la fiesta, faltó el vino. Cuando el Señor supo del problema, dijo a los sirvientes que llenaran seis tinajas de agua y que se las llevaran al maestro de la ceremonia. Ellos, obedientes las llenaron hasta arriba, y luego cuando el maestresala probó el contenido de las tinajas, llamó al esposo para alabar el buen vino que ellas contenían.

Aplicando esta historia, figurativamente, queremos obedecer el mandato del Señor de llenar las tinajas (tu corazón), y sólo llenarlas de agua (de la Biblia, la Palabra de Dios) y entonces esperar que Él haga el milagro en ti y transforme, maravillosamente, lo que hay en tu corazón, en algo que traiga bendiciones.